(foto: Gustavo Peralta)
"Un niño que juega a las escondidas no se da cuenta que más de la mitad de su cuerpo sobresale del árbol. Otro, ha entendido que debía quedarse quieto, no que debía esconderse. Una niña más allá, se distrae con un anillo que encuentra en medio de su correría por la calle. El que cuenta se ha detenido en el número veinte, quizá por que no sabe contar más o porque ya se aburre. Nadie sabe a qué están jugando. Y ríen. Y siguen jugando".